martes, 30 de octubre de 2018

Un año en Finlandia

Hace poco más un año terminé una etapa de mi vida para empezar otra. Considerando los días de vacaciones fuera, puedo decir con seguridad que ya he sobrepasado los primeros 365 días en Finlandia; por lo que el "síndrome de Helsinki" que experimenté los primeros meses también ha sido superado.

Síndrome de Helsinki 
Es un término inventado y popularizado por otro blog en español sobre Finlandia. El término me pareció interesante porque creo que también lo sufrí. Básicamente consiste en idealizar al nuevo país donde vives. Al ver que muchas cosas funcionan como se esperaría puedes crearte una imagen casi perfecta del nuevo país; incluso hasta el punto de justificar o minimizar las cosas negativas que observes en el nuevo país.

Vista aérea de Vantaa, Helsinki (abril, 2018) (Ampliar)

Lo malo de Finlandia
Luego de un año viviendo fuera de tu país el síndrome de Helsinki casi desaparece; te das cuenta de que aunque muchas cosas funcionan bien, no todo es color de rosa; también hay fallos como en toda sociedad y en cierto modo eso hace que extrañes un poco más tu país. Las cosas positivas que he encontrado en Finlandia superan de largo a las cosas negativas, así que no entraré en detalles de las negativas (excepto en la última); sin embargo, para quitarles la duda a quienes leen este 'post' les nombraré esas cosas negativas con las que me he topado: 

  • Aunque la autopista Tampere-Helsinki no tiene baches, su señalización horizontal deja mucho que desear, sobretodo en las noches de invierno. (Puede que parezca algo mínimo, pero como he dicho antes, el síndrome de Helsinki sería precisamente justificar este tipo de pequeñas fallas).
  • Aunque las paradas de buses y el sistema de transporte son muy buenos, cuando el bus llega a las paradas la gente se amontona en la entrada sin respetar el turno en el que llegaron a la parada. Podría justificarlo diciendo que aquí los buses no van exageradamente llenos como si pasa en Ecuador, pero como ya no estoy con el síndrome de Helsinki diré que incluso si está vacío el bus se debería respetar el turno de llegada.
  • Si quieres practicar tu finés básico (por ejemplo en el supermercado o en cualquier lugar público) puede que muchos finlandeses prefieran responderte en inglés. No sé si esto sea tan malo, pero si quieres mejorar tus habilidades fuera de clase esto puede ser un factor limitante.
  • La ludopatía parece estar en todos lados, por donde sea que he ido me he topado con máquinas tragamonedas incluso en los supermercados pequeños y claro como estamos en Finlandia las máquinas "tragamonedas" ya se han convertido en "tragatarjetas" porque casi no funcionan con monedas sino con tarjetas de débido o de crédito. Curiosamente escuché de algún finlandés que quienes tienen este tipo de negocios pagan un impuesto que alimenta un fondo para tratamiento de adicciones... ¡vaya círculo vicioso!
  • De igual forma que ocurre con la ludopatía, Finlandia tiene altas tasas de alcoholismo, quizá no tanto como Rusia, pero si una de las más altas de la Unión Europea.
  • También roban... sí, aunque parezca mentira en un país donde no se ve pobreza también hay gente que roba. Hace unos meses en la estación central de trenes de Helsinki estuve a punto de perder una maleta de 23 kg, por suerte los ladrones aquí no son tan experimentados como en Latinoamérica y pude recuperarla sin problemas. Fingiendo que no sabía que me estaban robando sino ayudando a llevar la maleta al tren logré ahorrarme algo del trayecto de pesada carga, el ladrón por supuesto avergonzado me ayudó llevando la maleta hasta mi vagón y me preguntó si sabía donde quedarme en el aeropuerto... buen ejemplo de cómo a veces podemos sacar provecho de la adversidad (ejemplo no aplicable si te sucede un caso así en Ecuador jajaja). P.D. Fue un caso muy atípico y claro, lo correcto hubiese sido armar un "escándalo" para denunciar al ladrón pero lamentablemente estaba ajustado de tiempo, y podía perder un vuelo así que preferí pasar de página en este inusual pero anecdótico caso.

Lo bueno de Finlandia
Por favor ver todos los post anteriores y futuros de este blog. Finlandia es un país increíble y casi todos los posts del blog son precisamente para mostrar esas cosas buenas.


Balance anual tras el año en Finlandia
Tuve la suerte de volver a Ecuador antes de cumplir un año en Finlandia, por lo que bromeaba con mi madre: no aguanté ni un año fuera!!!. Fuera de bromas, una de las cosas que he aprendido en este año es que debemos hacernos autoevaluaciones luego de determinados periodos de tiempo: qué ganaste, qué perdiste, qué te funcionó, qué no te funcionó, qué pudiste haber hecho mejor, etc. Pero un 'post' o un párrafo son muy poco para expresar todo, así que tendré que resumir que ha sido un año en el que he tenido nuevas experiencias, he conocido a muchas buenas personas, he probado el sistema universitario de Finlandia, he aprendido las bases de otro idioma, he probado cosas buenas (incontables) y malas (muy pocas);... en fin, he aprendido a no temer a los cambios.

Dicen que una vida entera no cabe en una maleta, pero muchas veces hacer la maleta y partir lejos de los tuyos es uno de los requisitos para salir de tu "zona de confort" y levantar el vuelo... después de todo la historia de la humanidad ha sido y será siempre eso: moverse por el mundo aprendiendo y aportando cosas nuevas.

Lago Kaukajärvi, Tampere (mayo 2018)